Las Landas, EL XL NATURAL

Beneficiándose de un entorno excepcional, las Landas son un verdadero paraíso para quienes buscan naturaleza y autenticidad.

La costa, compuesta por casi 106 km de una sola playa, el bosque más grande de Europa, lagos, estanques y ríos, el rico patrimonio y la gastronomía contribuyen a su atractivo natural, así como a sus actividades deportivas. que se ofrecen allí como surf, golf, vela o senderismo.

Las Landas también son un país de tradiciones donde la fiesta adquiere todo su significado, tan pronto como llegan los hermosos días.

Cerca de Soustons, un poco más al sur, vale la pena desviarse dos ciudades: Hossegor y Capbreton.

Hossegor está respaldado por un bosque esmeralda, acariciado por el océano, bordeado por un lago marino brillante y una playa interminable de arena fina y refleja el prestigio de una larga tradición de hospitalidad. Joya arquitectónica de la costa de Aquitania, capital europea del surf y paraíso del golf; con elegancia, Hossegor conserva la inteligencia de su pasado y se abre a lo mejor del futuro.

Capbreton, una ciudad animada y comercial, es el único puerto de las Landas. Puerto de origen o escala simple, da la bienvenida a los navegantes durante todo el año. No se pierda el mercado de pescado al lado de la oficina de Harbor Master que se lleva a cabo todos los días: ¡elección y frescura garantizadas!

¡Bienvenido a Landes XL!

Al pasar el Adour que separa las Landas del Pirineo Atlántico, al sur de Soustons, a las puertas de España, entre el Océano Atlántico y los Pirineos, entre la ciudad real y la tierra, prepárate para encuentros originales en Béarn o el País Vasco. .

Ya sean peregrinos de camino a Saint-Jacques-de-Compostelle, pastores de Béarnais, pescadores en Saint-Jean-de-Luz, productor de queso Ossau-Iraty o incluso jugadores de pelota … Todos lo invitan a descubrir un País único.

Béarn y el País Vasco combinan todos los activos: el aire vigorizante y las olas del océano, una verdadera concentración de curiosidades para visitar o degustar: en Pau, camine por el boulevard des Pyrénées, panorama de la cumbre de Rhune , historia de la pesca en el puerto viejo, fiestas rojas y blancas, degustación de calamares, jamones, pasteles y otros pimientos con acento vasco … Todo acompañado de vinos famosos, desde el «vigoroso» Madiran hasta el «gran seductor» Jurançon, sin olvidar los vinos vascos de Irouléguy.

Imperdible, la histórica ciudad de Bayona, que no carece de carácter. Al igual que este País Vasco del cual es la capital económica. Un país donde las casas rojas y blancas se aferran a las verdes colinas, y donde el océano, siempre invita a viajar. Tierra de contrastes, tierra oceánica, el País Vasco sigue siendo hoy «ese rincón de Francia donde florece la felicidad, donde conocemos de antemano las alegrías del Paraíso», como imaginó el príncipe de la luz, Luis Mariano, que llevaba los colores altos. El que hizo su más bella declaración a Bayona ofreciéndole una canción: Bayonne mon amour. «Bayonne te está llamando, ¡respóndele ahora!»

Biarritz es uno de los balnearios más famosos de la costa atlántica. Vecina a Bayona y San Juan de Luz, la ciudad da la bienvenida a los amantes de los deportes de tabla, es codiciada por sus estancias de talasoterapia y sus competiciones de golf. Biarritz tiene lo esencial que debe visitar: la roca de la virgen, el museo del mar, el faro … Utilizado para recibir visitantes de prestigio, el complejo ha conservado una tradición de hospitalidad con sus palacios, hoteles con encanto, sus tiendas, su casino.

San Juan de Luz es el complejo más oceánico de la costa vasca, cerca de Biarritz, Bayona y la frontera española. Visitamos la iglesia donde el Rey Sol se casó con Marie-Thérèse en 1660, la casa de su noche de bodas. En el borde de la playa, no lejos del puerto pesquero, se encuentran las mansiones nobles, las antiguas casas de los armadores y las villas de estilo neo-vasco. La mayoría de las calles son peatonales. Para los adictos a las compras, este es el paraíso: pequeñas tiendas coloridas, artículos de moda con artesanías tradicionales, puedes encontrar de todo. En Place Louis XIV, los pintores exhiben sus obras alrededor del quiosco de música. No es raro que un coro vasco venga a animar un aperitivo o un café.

Todavía en la región de Aquitania, pero más al norte de Soustons, a 1 hora y 30 minutos en coche, descubra la región de Burdeos. Todas las épocas, todos los estilos arquitectónicos están representados: restos galorromanos, iglesias románicas, castillos o fortalezas medievales y balnearios del siglo XIX conviven con logros más contemporáneos, como la ciudad de Frugès diseñada por Le Corbusier en Pessac, o el Tribunal muy futurista de la Gran Instancia de Burdeos.

El descubrimiento del patrimonio arquitectónico de Girondin requiere necesariamente una visita a Burdeos, una ciudad clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que tiene el privilegio de albergar el área protegida más importante y la fachada neoclásica más grande del siglo XVIII. siglo de toda Europa.

Desde hace 2.000 años, la historia de la Gironda ha estado íntimamente ligada a la de sus viñedos. Las primeras viñas se plantaron en la región de Graves en el siglo I d. C. para un resultado indiscutible hoy … El clima privilegiado y los suelos propicios para el cultivo de la vid hacen de la Gironda un destino soñado por amantes del vino Esta zona vinícola única en el mundo también se distingue por una gran diversidad de viñedos y producciones: añadas de fama mundial, vinos distintivos, frescos y afrutados, tintos, rosados, blancos, espumosos, brandy, licores …

Finalmente, para finalizar su visita a nuestra región sudoeste, tómese el tiempo para cruzar la frontera. Bordeado por el Golfo de Vizcaya con esencias oceánicas, el País Vasco español ofrece otra cara de España. Los picos pirenaicos cubiertos de nieve que pasan por las verdes colinas se encuentran dispersos en ciudades con un pasado prestigioso: San Sebastián, Bilbao, Santander … ¡No se lo puede perder!